Ely Guerra: Reinventar el concierto

Hace 20 años, en la radio no se escuchaba ninguna canción de Ely Guerra, hoy en día tampoco. Por eso resulta sorprendente que ella sea el primer músico mexicano en llevar a cabo un concierto interactivo, y que además de hacerlo, fuera con un lleno total.

Meses atrás, no lograba imaginar un método efectivo, para hacer un espectáculo con las características del que ofreció el pasado 10 de noviembre en el Lunario. Sin embargo, gracias a la tecnología, fueron sus fanáticos quienes se dieron a la tarea de, no sólo elegir el setlist, si no de participar en el escenario de manera indirecta, al crear los visuales para una de las canciones, que a pesar de ser reciente, ya es de las más emblemáticas en la carrera de la regiomontana.

Sus seguidores, la mayoría jóvenes, enviaron por correo, imágenes y canciones que deseaban para esa noche especial, en la cual Ely los recibió tan solo con su voz y dos guitarras acústicas. Puntual, sonriente y sobre todo agradecida, se dispuso a interpretar, no los éxitos de su repertorio, sino las canciones que, desafortunadamente, han quedado olvidadas en sus primeras producciones.


El concierto fue maravilloso, salvo por la exacerbada efusividad de algunos fanáticos, que la llenaron de te amos, y piropos menos sutiles, hasta el hartazgo. ¡Yo también soy fanático de Ely, el número uno! Pero esta ocasión se prestaba más a reparar en todo lo que ocurría en el escenario. Fue una celebración dignísima, en la que la cantante compartió anécdotas de su vida personal, de sus rolas e incluso se dio tiempo para agradecer, con nombre y apellido, a muchos de los presentes. Salir a escenario e interpretar 25 canciones, sola, no cualquiera.

Para quienes estamos familiarizados con su trayectoria; nos resultó muy grato escuchar canciones como “Con la mente al cielo”, “Que mas da” y “Atrévete”, que no son usuales pero sí muy pedidas, y para quienes no; formaron parte de un momento clave en la carrera de esta extraordinaria cantante y compositora. El concierto dejó a los asistentes satisfechos, aunque de inmediato pidieron más. Una vez escuché decir que un buen concierto es como una droga: te pone eufórico y siempre quieres más: Un toquín de Ely Guerra es justo eso, es adictivo.

Hay que prestar atención su trabajo: no fue al azar el merecidísimo Grammy Latino en 2010 por su “Hombre Invisible”; sus colegas la han catalogado como una de las artistas más vanguardistas a nivel nacional, e incluso músicos de la talla de Sting han elogiado su carrera que no se limita a la música: es empresaria, productora y perfumista.

Bien por Ely Guerra, más allá de la interpretación y por las más de 2 horas de música, por abrir el camino en el que, seguramente muchos de sus colegas van a caminar en el futuro. El concepto de concierto debe cambiar de ahora en adelante, los músicos necesitan urgentemente renovar la forma en que se acercan a su público, porque finalmente son ellos quienes les pagan las excentricidades.

En meses pasados vimos a Fobia releer cada uno de sus discos en una serie de conciertos denominados “Tocadiscos” (un concierto por cada álbum), que si bien no se asemeja en nada a lo hecho por la regia, sí dejó testimonio de que, en el competitivo mundo de la música, hay que renovarse o morir. Ely siempre lo ha hecho, larga vida.

Por: Ulises Rodríguez
Fotografía: Fernando Aceves

2 komentar

  1. Anónimo9:54 a.m.

    Fui muy feliz escuchando todas esas canciones que normalmente no toca,pase una noche excepcional, gracias a Ely y a toda la gente que estuvimos en el Lunario, simplemente gracias.

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  2. Anónimo9:55 a.m.

    Fui muy feliz escuchando todas esas canciones que normalmente no toca, pase una noche excepcional junto a toda la gente que estuvo ahí, simplemente gracias Ely.

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